domingo, 15 de noviembre de 2015

KOMTUR HUBERTUS KOCH
Si Hubertus Koch realmente se apellidaba “Koch”, es algo incierto. Esta afirmación proviene de un investigador privado de estos últimos tiempos, quien asegura que era conocido bajo el nombre de “Caballero Hubertus” también fue llamado como el “Comandante Negro” por sus pares y “Jefe de los Cuervos” por sus adversarios. Debiéndose esta última designación a las armas de su escudo personal en el que llevaba dos cabezas de cuervo de plata sobre fondo de sable (negro), que seguramente hacían mención a los dos cuervos de Odín; Hugin y Munin. 


Durante sus viajes a través de Arabia, Egipto. Persia y Turquía, Hubertus aparentemente también fue conocido como el "Abate Isa" (siervo de Cristo) y apodado por sus propios compañeros como “Ra’is” (Führer en árabe). Hubertus con toda certeza hablaba el árabe y el persa con mucha fluidez y se dice que incluso había sido invitado personalmente por Amalaut a la fortaleza de los Assasinen. 
Hubertus era el comandante de los Caballeros Templarios alemanes, y al igual que otros templarios, entregó sus servicios y funciones de Caballero durante las Cruzadas en las tierras de oriente. Antes de volver a Alemania tenía la intención de explorar las huellas de Kuthäer (Samaria) en Mesopotamia. Bajo el rey Sargón II, Samaria se había convertido en un asentamiento asirio.-babilónico desde el cual llegó hasta Palestina el antiguo culto de “Kuthäer”, un sistema de creencias dualistas que alguna una vez fuera predominante en la ciudad de Mesopotamia Kuthar. Koch asumió (tal como lo confirmara, Friedrich Delitzsch en el siglo 20) que las kuthäischen debieron haber sido las enseñanzas originales de Cristo. Así que podría haber una conexión del verdadero cristianismo con los dioses y las doctrinas de los asirios, en lugar de El Schaddai – Jahwe y sus enseñanzas del Antiguo Testamento en la Biblia. 

En este viaje a través de Mesopotamia, durante la noche en un campamento en la antigua región de Nínive(s), Hubertus Koch presenció la aparición de Isais donde ella le mostró en su visión la forma de una montaña lejana en el Occidente, donde debería partir con sus compañeros más fieles para construir una casa hasta esperar a que Isais volviera a aparecer trayendo importantes ordenes e instrucciones para la llegada de una Nueva Edad de Oro, allanando el camino para su arrivo. Koch lo identificó con el Imperio de Mil Años prometido en el Apocalipsis de Juan (Cap. 20). 

En cinco años, dijo la "Diosa” Isais, se habría de manifestar su venida en la montaña de los antiguos Dioses, la Untersberg. Hasta ese momento, Hubertus y sus caballeros deberían aguardar y prepararse para los trabajos futuros. 
Koch sabía que en occidente existía una montaña como la que había descrito Isais en su aparición: la Untersberg, cerca de Salzburgo que era según la antigua tradición, la residencia de los antiguos Dioses germánicos. Hubertus Koch procedía probablemente de un área cercana a Linz, en la Alta Austria y había estado viajando desde allí a Alemania occidental y septentrional a través de Alsacia, por lontanto, sabía que la Untersberg no era sólo una leyenda, ya que la había visto personalmente.
Así fue como en el año 1221 Hubertus Koch llegó con su pequeño grupo de caballeros a la Untersberg. A los pies de la montaña, que hoy se llama Ettenberg, en las cercanías del actual límite entre Baviera y Salzburgo, construyendo ahí su primera Comandancia. 
Este edificio ya no existe pero los rastros de la base de la pared aún son visibles y se encuentran en el pequeño pueblo fronterizo de Marktschellenberg en la carretera a Ettenberg, cerca de una pequeña laguna artificial, donde otrora estuviera el “Estanque de Isais” aún hoy está presente. 

Posteriormente se construyó un segundo edificio, situado a gran altura, hallándose directamente en la Untersberg cuya ubicación exacta no se conoce de forma certera. 
Esta casa presumiblemente no se edificó externamente lo que la hace más difícil de rastrear, pero lo más seguro es que a comienzos de 1230 hayan sido utilizada con mucha frecuencia como parte de una conexión directa con una de las numerosas cuevas de la Untersberg que pudieron servir de “Templo de Isais” construído para guardar los “Tesoros de Isais”, a los cuales los Caballeros eran capaces de llegar a través de intrincados túneles subterráneos. Acceso que más tarde ellos mismos se encargaron de cerrar borrando todas las huellas posibles para su hallazgo. 

La certificación de la primera aparición de Isais en la Untersberg se remonta al año 1226, fecha desde la cual las apariciones de Isais persistieron durante doce años más, que culminaron con la entrega total de la gran “Profecía de Isais (Isais Offenbarung)” en el año 1238. 

Entre 1227 y 1228 se logró la total autonomía de los caballeros y del Comandante Koch. Algunos años más tarde — No existe total seguridad de cuándo exactamente — pasaron a llamarse Comunidad de los Señores de la Piedra Negra, obviamente sólo después de haber recibido el regalo de la mágica piedra Negro-Lila que la Diosa Isais les había entregado. 

La comunidad en torno al Comandante Koch “Señores de la Piedra Negra”, tal y como dijimos anteriormente, nunca fue grande pues sólo había un número muy moderado de hermanos, no obstante se cree que ganaron secretas simpatías y muchas influencias. Incluso en su función como Caballero Templario, Koch ganó el grado de EhrenKomturs (Venerado Comandante) en Irlanda. 

El paradero del Comandante Koch no se conoce. Al parecer, fue llevado a Lille (Norte de Francia) y quemado en la hoguera en el año 1341. Si esto así fuera, en aquel momento habría tenido más de cien años pero esto difícilmente podría dar autenticidad si el verdadero Hubertus Koch fuera sentenciado debido a que no existen fuentes totalmente claras que avalen completamente esta historia, pero según la leyenda, Koch, al igual que otros hombres y mujeres de su comunidad religiosa (“Ordensgemeinschaft”) con la ayuda de Isais, tomaron el “Camino del Einheriar” (relatado en la leyenda del caballero solitario y el poema DHvSS) y por lo tanto adquirieron la capacidad de caminar inmortalmente por la tierra sin mostrar envejecimiento hasta que no estuvieran satisfechos de los trabajos para la edad del Nuevo Mundo. 

La verdad es que después de 1240 una vez cumplido su deber, desaparecen sin quedar rastros que el nombre de los “Señores de la Piedra Negra”.

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