jueves, 26 de noviembre de 2015

RICHARD WAGNER
Y LA SIEGERSTEIN
En relación tanto al fuego creador como a la magia de la piedra que comunica con una fuerza sobrenatural, en un libro de Peryt Shou se saca a relucir la clara y diáfana visión espiritual del magnífico Richard Wagner, y en especial a su obra inconclusa "Wieland" donde nos cuenta de la promesa a través de la cual Wiland salvaría Alemania, pues lo que perdió Sigfried lo salvó Wiland, el "Smidr", un nombre que no sólo significa "Schmied" (Herrero, el que trabaja con Fuego y Agua), sino también "Artista", "Creador-Hombre", forjando algo que como dijo Wagner… "Ningún espíritu humano entendió".



Ahora, todo esto sólo es visible a través de la visión de la sangre, por necesidad y destinos trágicos superiores, pues ¿quién puede quebrantar la voluntad del mundo?. Ese es Wiland, que tal y como lo dice su propio nombre Wil, está el Ur-Willens (Voluntad Primigenia), sostén de los hombres superiores pues de su substancia, de su fuerza irracional debe un día renovarse el hombre, cuando el tiempo lo pida para reanimar al mundo de aquello que perdió.

El lenguaje simbólico del Mito toma aquí un sentido profundo, el cual, como mencionamos, en el fondo sólo a través del la sangre será inferido. Se dice que hombres extraordinarios, poco antes del tiempo en que ellos dejen la tierra, a través de un cierto desprendimiento de su espiritualidad humana, serán capaces de una visión poco común. El Mito de Wieland tuvo a Wagner muy ocupado en su última época. El quería componerle música, tal como sus escritos de ésta época lo demuestran, ¡con el fin de dar un tributo a su patria y por medio de su genio mostrar el camino a un magnífico renacimiento y liberación futuros!.
En la representación wagneriana, el texto de drama "Wieland" (Nosotros escribimos muchas veces "Wieland" en vez de "Wiland", porque esta última manera de escribirlo destaca mejor el "sentido" preciso del nombre, que tiene sus raíces en "Willen" (Voluntad), como la Ur-fuerza, la supramecánica "fuerza unitaria" de todas las fuerzas, por la cual el "Wiland" mitológico vence —Nota del Autor—), de acuerdo con el antiguo Mito, se refiere a la "SIEGERSTEIN" (piedra de la Victoria), que le da al héroe nórdico Wiland la facultad de CONECTARSE CON UNA CIERTA FUERZA SUPERIOR. Por ella él forja "alas" que le traen la liberación. El anillo lleva la piedra. Ese "anillo" de Wieland con una piedra es una contraparte del "Anillo de los Nibelungos", que trae la corrupción.
La fuerza del anillo es él, en conexión con la Valkiria, el Ángel, idéntico al más alto espíritu, que transmite el Ur-conocimiento de aquella fuerza superior. Hasta aquí las semejanzas con la SchwarzeStein y la Ur-Fuerza VRIL (Ilu) son claramente indiscutibles.

Wiland, el "Schmied", en antiguo nórdico "smidr", el "Artista", el hombre creador, ¡encuentra en la peor miseria el camino de la salvación! Uno se preguntará: no era ya en la gran guerra, aquel espíritu creativo e inventivo del alemán que lograba cosas extraordinarias. ¡Pero aquí se trata de cosas completamente diferentes! No es una mera invención técnica la que lleva al desenlace último. Hay una UR-FUERZA que manda sobre la técnica. Ella es innata a la voluntad, porque también a la voluntad es una especie de Ur-fuerza universal (VRIL), tal como ya lo visionó Schopenhauer. Esta "voluntad" tiene en el "Arya", en el hombre noble, una absoluta y sobrenatural estructura y legitimidad, a la cual todavía hay acceso. ¿No está acaso el mismo nombre "Wieland" —mejor escrito  como "Wiland"—, en conexión con esa legitimidad? En efecto, este nombre está conectado con la esencia de la Ur-voluntad y con su más alta dinámica en la creación entera. Ya Schopenhauer enseñó que cada fuerza es una apariencia de la "voluntad". Quizás Wagner fue inspirado por esta revelación del filósofo, del cual estuvo cercano.

Wagner habla mucho de "regeneración", ¡que significa un renacimiento del hombre ario a través de una voluntad renovada!. Ciertamente, no se puede violar la Ur-voluntad, como la pulsación interior de todo ser vivo. Ni siquiera el hombre, esclavo de lo material, lo puede captar. Pero, el hombre primordial, en el sentido wagneriano aún incorrupto, que todavía es capaz de renovarse, es el hombre que tiene la capacidad de realizar la Ur-Voluntad. "Wiland" es ese bendito, no por una fuerza externa e él, sino por un superior fluido de voluntad que circula en su interior y que lo faculta para esa redención. El está en la Ur-conexión de la Ur-exacta-Voluntad, por eso él se llama "Wiland". En la sangre del ario nórdico, que como hemos mostrado, todavía lleva la herencia del tiempo anterior a la "caída", duerme allí la Ur-exacta y divina Joya, la "chispita" de la Ur-conexión. La "caída" no la ha podido apagar en su Hogar interior, en el centro cristalino, en la chispa-cristal o "chispita". Al rescoldo esa "chispita" sigue ahí como el "Ur-fuego", de la cual Wiland como el Ur-herrero, vigila y dispone.

En fin, hasta aquí la traducción de Albert Christian Georg Schultz, donde nos cuenta del profundo sentido que tuviera el gran Maestro WILhelm Richard Wagner al entregarnos la última revelación a través de su obra Wiland (y que ya había tratado magistralmente en su Parsifal), en donde se puede apreciar, un fuerte vínculo con la historia de la Hermandad del Vril o con la leyenda de los Maestros de la Piedra Negra: SchwarzeStein (SS) = SiegerStein (SS), ambas piedras otorgan el poder de conectar con fuerzas superiores, con la Valkiria que brinda el más alto conocimiento, el Ur-Conocimiento, la Conciencia Intercósmica VRIL… Piedra cuyo efecto sería emitir un campo de fuerza regenerativa o campo de conexión a otros mundos u otras dimensiones.

Cabe señalar en torno a esto que el Gran Maestro pasó sus últimos días en Venecia liberando su espíritu al Graal y quizás,  recibiendo su fuerza final para que su obra vibrara a través de los planos entrópicos, en un acto extremo de recuperación de aquel Ur-Conocimiento, no por nada su nombre era WILhem, aquel cuya VOLUNTAD protege, y probablemente este Wilhelm-Wiland viajaba constantemente a Venecia para re-encontrarse con la SiegerStein (SchwarzeStein).
Lo interesante de este vínculo, es que en Venecia, en la Isla de Murano, existió una Orden que desarrolló técnicas secretas alquímicas entre las que se encontraban la fabricación de cristales coloreados con pigmentos capaces de generar a su alrededor una "mutación" de la luz. Además lograron estabilizar finas capas de oro en losetas de vidrio para recubrir muros, entre ellos los interiores de San Marcos, donde por cierto, se guardan unos griales de ágata y ónix, mismos componentes de la SchwarzeStein. Esta Orden Veneciana es la Ordo Bucintoro.

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